El pasado fin de semana vivimos en el Hemisferio Norte de nuestro querido planeta Tierra el Equinoccio de Primavera de este 2021, el momento en el que la noche y el día duran lo mismo, ya que el astro Sol incide directamente sobre el ecuador y que marca el cambio a una nueva estación, la primaveral.

Decimos hasta pronto al invierno/otoño y abrazamos con ganas a la primavera, sintiendo más cerca el verano.

Esta transición hacia días más largos, noches más cortas y temperaturas más altas nos invita a abrirnos al mundo tras vivir una época más introspectiva y de recogimiento. La explosión de color, olores y sonidos en la naturaleza nos muestra el florecimiento de la vida.

La primavera es un magnífico momento para fomentar la creatividad y permitir que emerjan esos proyectos o ideas que llevaban tiempo germinando en nosotrxs. Es tiempo de florecer y de alegría. Es tiempo de prosperar e iniciar nuevos ciclos. La primavera nos enseña cómo la luz se hace lugar entre la oscuridad y cómo la vida continúa su curso.

En la práctica de Yoga, así como en numerosas culturas, la llegada de la primavera con este fenómeno se suele celebrar realizando rituales específicos. Un ritual es una acción o serie de acciones a las que se le otorga un significado simbólico y que se integra en nuestra vida como individuos o como colectividad.

Estos rituales de primavera tienen un cariz de bienvenida, de celebración y de intencionalidad.

Puedes realizar una meditación para conectar con la naturaleza, hacer una escapada al campo, a la sierra o a un parque y realizar una caminata consciente, crear un altar dedicado a la primavera, tomar un papel y un boli y escribir tus intenciones para esta nueva época del año y visualizarlas cumplidas.

En Yoga los cambios de estación, especialmente la llegada de la primavera, se celebra con una práctica muy especial: 108 saludos al Sol (Surya Namaskar). Con esta práctica se da la bienvenida al cambio de estación se honra al dios Surya, el dios del Sol en la mitología hindú, a través de la práctica de ciento ocho vueltas del Saludo al Sol.

La realización de esta práctica de 108 Saludos al Sol hace especial hincapié en la intención que se le ponga a la práctica (Sankalpa) así como en la entrega a la misma, con el corazón y la mente abiertos a experimentar esta meditación en movimiento.

¿Por qué 108? El número 108 es un número sagrado en la filosofía del Yoga por varias razones, la distancia aproximada entre la Tierra y el Sol es de 108 veces el diámetro del Sol, 108 veces el diámetro de la Luna es la distancia entre esta y la Tierra, 108 son los distintos nombres que recibe el dios Shiva, 108 es el número de cuentas de los japa mala o rosario budista de oraciones, entre otras, lo que le da un valor especial a este número.

Sea como sea te invito a celebrar la entrada a esta nueva estación, ya sea sobre tu esterilla, o en contacto con la naturaleza, ya sea practicando los 108 Saludos al Sol o dedicando unos instantes a conectar con la sabiduría ancestral y los ciclos naturales en los que como seres humanos nos encontramos envueltos.

Reconoce los cambios externos y los internos que traen consigo estos cambios y que las semillas de tu corazón florezcan en su mayor esplendor. Después de tantos meses de oscuridad… dejemos espacio a la luz.

Gracias por leerme.

P.D. ¿Te gustaría que crease una entrada en el blog dedicada a Surya Namaskar? ¿Quieres saber más acerca de los 108 Saludos al Sol? Déjamelo saber en comentarios y te cuento en otro post en qué consiste el Saludo al Sol y te cuento mi primera experiencia personal en la práctica de los 108, que ya te adelanto, fue increíble.

Paula

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